Derecho al olvido en Internet
La sentencia

Seguro que alguna vez te has “googleado” y te has sorprendido de la cantidad de datos que sobre ti constan en google.
Hace tiempo que muchos usuarios de Internet nos preguntamos ¿tenemos derecho al olvido en Internet? En un post anterior hacíamos esta misma reflexión, en el artículo UnLike, Facebook, fraude y algún derecho, y la respuesta era NO, hasta esta semana.
En Europa y especialmente en España tenemos una de las políticas en protección de datos más restrictivas, el problema es que los buscadores alojados en países fuera de la UE no tenían la obligación de seguir estas políticas, pero desde el pasado martes 13 de mayo de 2014, el Tribunal de la Unión Europea exige el cumplimiento de la normativa a empresas que como Google tienen oficinas en España.
A efectos prácticos ¿qué hemos conseguido? Pues que cualquier ciudadano tenga derecho a la cancelación de sus datos personales en los buscadores, siempre y cuando la información que se enlace no sea de relevancia pública y suponga una lesión para el interesado. Por lo tanto que buscadores como Google tengan que eliminar enlaces que cumplan ese criterio.
En esta ocasión podemos decir que la justicia no ha sucumbido a los intereses comerciales de las grandes corporaciones y ha fallado a favor de la ciudadanía.
Olvido VS Internet
En ciertos medios de comunicación se habla de que ha ganado la justicia pero ha perdido internet y la libre expresión. Desde estos medios se olvida que la libertad de uno acaba donde empieza el espacio del otro. Así que no ha perdido internet sino que se ha convertido en algo mejor aún de lo que es.
La libertad sin unas mínimas reglas es anarquía y hacia dichos derroteros se encaminaba la red hace unos años, pero ciertas reglas mínimas de juego la están convirtiendo en una herramienta aún más grande desde el punto de vista de los que creemos en la red y sus posibilidades. Las reglas permiten un juego limpio de todos.
Sin embargo las sombras aún persisten y seguirán durante algún tiempo, no hay que pecar de ingenuidad, por mucho que amemos este medio. La sentencia deja claro que afecta a empresas con oficinas en el territorio comunitario, caso de GOOGLE. Pero una de las características de la red es su globalización. Internet está y llega a casi todos los lugares. Podemos navegar e interactuar con páginas que están ubicadas físicamente en parajes remotos, donde la legislación comunitaria poco puede hacer. Este punto es de difícil solución aún, pero mucho se ha avanzado con la sentencia del tribunal europeo, tenemos más de los teníamos hace un mes.
Y Google respeta.
Google ha respetado, como no podía ser menos, la sentencia del tribunal y ha puesto a disposición de quien lo necesite un formulario para procesar las peticiones de olvido.
https://support.google.com/legal/contact/lr_eudpa?product=websearch
Ellos mismas han tenido especial cuidado en que este instrumento no tenga un uso fraudulento. Como ellos mismos explican «Para prevenir el envío de solicitudes fraudulentas de retirada por personas suplantando la identidad de otras, tratando de perjudicar a sus competidores o buscando eliminar información legal de manera indebida, necesitamos verificar su identidad.»
Internet es ahora un «sitio» más completo de lo que era antes.


Y la más novedosa, de apenas un año de edad pero con vistas a ser, o el gran fracaso de Google, o la gran revolución: Las google glass. Lo sabremos este año. Las google glass son un dispositivo de visualización tipo Head-mounted display (HMD) desarrolladas por Google. Unas gafas futuristas, donde superpuestas a nuestra visión y combinadas de nuevo con la geolocalización veremos información de nuestro entorno. Guías de ciudad, información del tráfico o del transporte público, etc., el límite lo marcará la imaginación de los desarrolladores y la necesaria bajada de precio del aparato, si Google quiere que sea algo que acabe por triunfar (actualmente se cifra en 1500$ su coste).
Hoy por hoy ya es posible manejar una televisión usando el control gestual. Podemos acceder a los menús, escoger nuestro canal o película, pararla, todo sin usar ningún mando, levantado una mano y escogiendo la opción en la enorme pantalla LED de algunos televisores.




Hace unas semanas, nos preguntábamos si las Redes Sociales podían volvernos
Infografía de
Hace unos días leía un artículo en CNN que me llamó la atención por su título, en él se instaba a no darle a “like” en una foto de una niña. La foto era de una niña de unos 7 años aproximadamente, con signos claros de estar pasando por un proceso de quimioterapia. Y te preguntas ¿por qué no deben darle a “like”?
Lo que escribes tú, lo que escribo yo, se rigen por el mismo derecho. Esto es automático en el momento que has compartido el contenido, aunque es recomendable tener alguna forma de prueba de la creación de la obra.
El que aquí escribe este artículo se procesa ateo y libre de cargas religiosas, pero no por ello ignoro lo que pasa en el mundo de las TIC y la Religión. Hace unos años algunas noticias de los medios especializados me asombraban por la introducción de las nuevas tecnologías en ámbitos históricamente desvinculados de la Ciencia. Era el caso de la Religión. Las nuevas tecnologías están distanciando a los usuarios tradicionales de las religiones mayoritarias, ofreciéndoles cosas que ellas no les ofrecen. Incluso algunos grupos de carácter más «controvertido» como son la Cienciología (en este país conocida muchas veces por Dianética) se aprovechan de este distanciamiento, acercándose a los adeptos a través de nuevos canales más tecnológicos.
Francisco (
Existe también el camino inverso al explicado anteriormente. En ocasiones, ha ocurrido, ocurre y seguramente ocurrirá, que es la Tecnología quien imita los caminos de los cultos religiosos. El caso más paradigmático podría ser el de Apple. La revista «Wired» publicó un interesante artículo sobre el tema, donde explicaba las analogías de Steve Jobs y su empresa con la de un líder religioso y su religión.

