@Dios tiene twitter
El que aquí escribe este artículo se procesa ateo y libre de cargas religiosas, pero no por ello ignoro lo que pasa en el mundo de las TIC y la Religión. Hace unos años algunas noticias de los medios especializados me asombraban por la introducción de las nuevas tecnologías en ámbitos históricamente desvinculados de la Ciencia. Era el caso de la Religión. Las nuevas tecnologías están distanciando a los usuarios tradicionales de las religiones mayoritarias, ofreciéndoles cosas que ellas no les ofrecen. Incluso algunos grupos de carácter más «controvertido» como son la Cienciología (en este país conocida muchas veces por Dianética) se aprovechan de este distanciamiento, acercándose a los adeptos a través de nuevos canales más tecnológicos.
Y la religión se hizo bit.
Pero las cosas están cambiando. Hace sólo media década hubiera sido impensable ver el Twitter del Papa Francisco (@Pontifex_es), del Dalai Lama (@DalaiLama) o de Ali al Sistani, líder chii (@AlSistaniOffice). Ya cuando el Papa (anterior) anunció su cuenta (@Papa_benedetto) fueron millones los que se apuntaron antes de que lanzara el primer Tuit. Hoy por hoy, el actual Papa tiene 4,58 millones de seguidores, y el Dalai Lama 8,34 millones de fieles «followers», impresionante cifra que se escribe pronto, pero se digiere lentamente…
Las Nuevas Tecnologías ya no son ajenas a la Religión, es más, se están usando para acercar la misma a las gentes. A parte de tomar el carro de las Redes Sociales como ya hemos explicado, se están formando a las nuevas generaciones de líderes religiosos en las mismas. Por citar un ejemplo la UPComillas (Universidad Pontificia de Comillas) ofrece una cátedra sobre «Ciencia, Tecnología y Religión» (fuente: http://www.upcomillas.es/centros/ctr/cent_cat_ctr.aspx) para facilitar el diálogo riguroso y profundo entre la cosmovisión propugnada por la Religión y la Ciencia/Tecnología (que la mayoría de veces, hasta la fecha eran, antagónicas)
Y ya puestos, los responsables de Tecnología e Innovación de los grandes cultos han decidido que ya subidos al carro, poner más caballos. Un ejemplo claro lo tenemos en las visitas virtuales a lugares de culto, tal es el caso de la imponente Basílica de San Marcos, una manera elegante, a la vez que impactante de llegar a la gente, sin adoctrinar, pero promoviendo… http://ow.ly/sQdfq.
Y la tecnología se hizo fe.
Existe también el camino inverso al explicado anteriormente. En ocasiones, ha ocurrido, ocurre y seguramente ocurrirá, que es la Tecnología quien imita los caminos de los cultos religiosos. El caso más paradigmático podría ser el de Apple. La revista «Wired» publicó un interesante artículo sobre el tema, donde explicaba las analogías de Steve Jobs y su empresa con la de un líder religioso y su religión.
Y es que Jobs se enfrentó a la tecnología imaginándola como una herramienta para expandir conciencias humanas, evitó pensar en la tecnología y la espiritualidad en términos dualistas siguiendo el consejo de su maestro zen, que le dijo que: «podría mantenerse en contacto con su lado espiritual durante la creación de un negocio». Esta nueva religión de la Tecnología se practica mediante el uso ritual de la misma y el culto al ‘yo’ que ésta fomenta. Se producen también, como en cualquier gran religión, un sentimiento del adepto (el poseedor de Ipad o Iphone) de pertenecer a un grupo «especial». Y para redondear esta nueva mitología, cuando Jobs murió no se lloró a un propietario de una compañía, se lloró su muerte como la de cualquier líder espiritual, incluso, más. Con peregrinaciones incluidas.
Ciencia y Religión se fusionan a veces de manera indivisible, pero no como nos podríamos imaginar.